Friday, November 23, 2007

Gracias



Sí, gracias a quienes se acordaron de mi cumple y me felicitaron. Aunque no me gustan los cumples, se agradece que otros recuerden la fecha y expresen mensajes emotivos. Gracias x los obsequios, entre los que destacó el globo de Bob que ilustra este post.

Y nada, es raro que algunas personas este año ya no me felicitaron, pero otras, nueva gente en mi vida, sí lo hayan hecho. No se puede aspirar a todo. Cuando se está en un lado, ya no se está en otro, ni forzosamente con las mismas personas. Todo sea, espero, x ser una mejor persona. Gracias a los y las que siempre han estado cerca. Y a las personas que ya no me felicitaron este año, a las que se les olvidó o les valió, a aquellas personas de las que ya salí, o me sacaron, de su vida, gracias también. Buena onda.

Monday, November 19, 2007

Canciones sublimes: el cedé


Ayer se presentó el disco Canciones sublimes de la mezzosoprano Encarnación Vázquez y el pianista Jorge Federico Osorio. La sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se llenó. Por allá estuve, en la mesa de presentadores, junto a Eduardo Langagne, Bernard Marsellin Léautaud y Karl Bellinghaussen, en representación de Ricardo Miranda, quien no pudo asistir pero envió no sólo un representante, sino un texto de su autoría para ser leído en el evento.

José Areán, director de orquesta y director de la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, igual estaba confirmado como uno de los presentadores, pero no llegó. Canceló de último momento. Nada raro. Lo mismo ocurrió hace un par de meses, quizá tres, en que estaba programado para dictar una conferencia para Pro Ópera A.C. y canceló el último día, a la mera hora, su participación. Lo bueno es que aquella vez hubo un sustituto de lujo que con premura y todo aceptó brindar una charla sobre el papel de la orquesta en la ópera: el maestro Luis Herrera de la Fuente. En fin.

Yo preparé un texto para leerlo durante la presentación. Lo leí, así lo hice. Procedo a postearlo, a continuación:



Canciones sublimes: el cedé
Por José Noé Mercado


UNO Canciones sublimes es un cedé que encierra algo de paradoja, bienhadada. Puesto que este disco es una de las vertientes en las que la mezzosoprano Encarnación Vázquez celebra 25 años de carrera operística, en 2007. El disco no es de ópera, ni tiene el fastuoso artificio que caracteriza a este género dramático musical que ya rebasa los cuatrocientos años de edad. Pero igual es una forma de celebrar, de estar de fiesta por el cuarto de siglo de la destacada trayectoria lírica: canora, de Encarnación Vázquez. ¿Y cómo más se podría festejar, si no es convidando su arte lírico a sus amigos, a su familia, a sus colegas, y por encima de todos a su público? Paradoja pues porque esta celebración es con un disco íntimo, de repertorio esencialmente interior: poético, habitado en esa intimidad por el estrecho y cómplice acompañamiento de un pianista más que dotado para la ocasión: el maestro Jorge Federico Osorio.

DOS Supongo, es más, estoy seguro que grabar Canciones sublimes ha significado un gran reto para Encarnación Vázquez. Lo evidente sería por el legado importante que otros artistas han acumulado a lo largo del tiempo al abordar este repertorio de la melodía, de la canción francesa. Pero eso es lo de menos, cuando se está frente a una intérprete genuina como Encarnación Vázquez, capaz de configurar su propia versión de las obras.

La verdadera relevancia de este desafío consiste en las características propias del género, que por si fuera poco exigen ser cumplidas y respetadas hasta en el mínimo detalle, si es que se quiere salir avante en la empresa de su interpretación. El cantante está acompañado por una música indispensable, transparente, pero solo frente a su técnica y a su capacidad justamente de hilvanar el canto, de disponer su voz para la creación de la música. La riqueza expresiva de los textos de estas piezas exige a la vez un compromiso emotivo y puntual, sin amaneramientos ni exageraciones, a la hora de frasearlos. La dicción se potencia y es preciso atenderla sin pretexto. Eso sin olvidar que el matiz, la necesidad de colorear las notas para sortear toda posible monotonía, es un factor constante que debe ser el combustible que impulse la interpretación misma.

TRES Encarnación Vázquez estaba pues ante un desafío considerable. Pero justo es decir que del lado de la mezzosoprano estaban justamente 25 años de experiencia profesional en términos vocales. Eso ha sido definitivo para el resultado, en más de un aspecto notable, de este disco.

Ese cuarto de siglo que celebra Encarnación como cantante fue, de alguna manera, traducido a lo largo y ancho de las 22 piezas que integran este cedé. ¿Cómo se pueden traducir esos cinco lustros de trayectoria lírica en una grabación?, se preguntarán ustedes. Pues a través de una interpretación sólida, que procura, ante todo, la calidez de la emoción que debe transmitirse desde el texto. Por medio de un canto expuesto, sincero, sin red de protección, que cruza con seguridad la cuerda floja de los retos vocales impuestos en las partituras de cuatro compositores sutiles, musicalmente delicados, que no sólo componen piezas, sino que crean atmósferas sonoras y emocionales. A través también de un control indispensable de la respiración lírica, para mantener las frases y el sonido con intención, incluso en el difícil empleo de la media voz.

La manera de atacar las notas, más que ataques, son abordajes que penetran en la frase musical y en la esencia poética de las obras. Eso, como podrán suponer, no es un acto sencillo, ni ingenuo, aunque lo parezca. Ni mucho menos es labor y resultado de principiantes, cuando muchas veces no lo es siquiera para cualquier tipo de iniciados.

No es casual, en ese sentido, que pocos cantantes, en relación con los que abordan otros géneros líricos, se atrevan a incursionar en el lied, o en la canción o en la melodía francesa: que podríamos tomar por equivalentes, consideradas cumbres mayores de las andanzas vocales.

En Canciones sublimes, queda muy claro que en el dominio vocal y técnico, en esos menesteres canoros, Encarnación Vázquez, para fortuna de este disco, hace mucho que dejó de ser virgen.


CUATRO El buen resultado musical y artístico de este cedé, y espero que su éxito entre el público, depende en alta proporción del acompañamiento, que no sólo es acompañamiento, del protagonismo, que no es sólo protagonismo, que aporta y fusiona en todo momento desde el piano Jorge Federico Osorio. Él, con su participación, propicia generosamente el canto. Lo ayuda, lo apoya. Lo anida. Está al pendiente de las respiraciones, de la modulación de sonido y expresividad. Permite que el canto y la interpretación luzcan y hace brillar la música en el momento adecuado. Eso no es poco mérito. Y no lo es porque ese mérito es el de un gran artista que comprende a cabalidad lo que está abordando.

CINCO Canciones sublimes es un disco que celebra la trayectoria vocal de Encarnación Vázquez y nos consuela, en alguna medida, de no haberla visto en la escena operística este año en nuestro país para festejar los 25 años de su carrera. Una cosa por otra. No se puede aspirar a todo en un ambiente musical tan deprimido, o por lo menos no tan fértil como la abundancia de talento nacional exige. De ello igualmente se desprende que este disco viene a enriquecer el quehacer musical de México y ello es importante y digno de celebración.

No nos queda más que disfrutar este cedé, porque analizarlo, como yo pretendí al ser invitado a esta presentación, es una tarea que mucho tiene de oficioso, puesto que lo único que dicho análisis arroja es lo que ya sabemos de antemano: que Encarnación Vázquez ha sido, es, uno de los nutrientes principales de nuestra cultura musical a lo largo de estos 25 años de trayectoria canora.

Muchas gracias.

Thursday, November 15, 2007

Cedé Canciones sublimes: la presentación


La invitación queda extendida: presentación del cedé Canciones sublimes de la mezzosoprano Encarnación Vázquez y el pianista Jorge Federico Osorio.

Domingo 18 de noviembre, Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a las 17:00 horas. X ahí estaré, en la mesa de presentadores. Espero decir algo interesante.




Sunday, November 11, 2007

Neto


En ocasiones se reciben e-mails que pueden ser muy emocionantes. Como para brincar de gusto una semana entera, junto a la bandeja de entrada. E-mails que son como lo máximo. Neto.

Wednesday, November 07, 2007

Alejandra Meyer: 1937-2007: RIP

Hoy fue un día triste, en el salón de clases. La reconocida actriz Alejandra Meyer, madre de mi alumno Josué Arturo Arévalo, falleció hoy por la tarde, a la edad de 70 años. Él, por supuesto, no asistió a la universidad. Algunos de sus compañeros sí, pero me solicitaron permiso para asistir al velatorio, así que no hubo clase de Historia y evolución de la ópera. Decidí suspenderla, pues lo que hubo fue una sensación de tristeza y solidaridad con Josué, quien ojalá encuentre resignación y serenidad para este momento que pertenece al tipo de trances que tarde o temprano, ineludiblemente, todos debemos encarar.

Aquí posteo un link que lleva a un resumen de la destacada trayectoria de esta primera actriz chiapaneca que hoy dejó el mundo terrenal: RIP:

Alejandra Meyer

Sunday, November 04, 2007

Enrique Lihn: "Porque escribí"


Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
-¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria-.

Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces.

De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.

La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.

Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).

Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.

En su origen el río es una veta de agua
-allí, por un momento, siquiera, en esa altura-
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.

Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.

Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.

Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.

Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.

"Porque escribí"
Enrique Lihn

Thursday, November 01, 2007

Pro Ópera noviembre-diciembre 2007


Día de muertos. 2mil7 muere, se acaba, ya estamos en noviembre. Hoy, día 1, salió puntual la revista Pro Ópera nov-dic-07. Viene muy completa. Trae mucho para leer y consultar.

Escribí harto en ella. Mío se publica obituario de Pavarotti, entrevista con el tenor Ramón Vargas por sus 25 años de cantante profesional, entrevista con la mezzosoprano Encarnación Vázquez cuya trayectoria igual cumple un cuarto de siglo, crítica de Diálogos de Carmelitas en BA, reseña sobre la gala de celebración en BA por los 25 años como cantante de Ramón Vargas, columna Ópera en México (que incluye notas, reseñas y críticas como la del Moctezuma de Vivaldi en en Teatro de la Ciudad, voces complementarias como la de Lázaro Azar y su crítica de Turandot en el Auditorio Nacional, la de Luis Enrique Dávila sobre la mesa redonda Música visible, en que participé, y algo de México en el mundo), y nota sobre el XXV concurso Morelli.

Pero lo mío no es todo. No, no. Hay textos interesantes como uno de Ramón Vargas sobre Luciano Pavarotti, una entrevista con Jesús Suaste y por supuesto las clásicas e infaltables secciones con críticas e información de ópera local, nacional e internacional, además de la de Otras voces (esta vez con textos alternos de Il barbiere di Siviglia y Diálogos de Carmelitas en BA, la gala de aniversario de Ramón Vargas, obituarios sobre Pavarotti -Lázaro Azar, Raúl Díaz, Ingrid Haas, Johnny Teperman- y más). Y no acabo. Hay más -las fotos magníficas de Ana Lourdes Herrera en varias secciones de la publicación, por ejemplo-. Mucho más. Hay que verla:

http://www.proopera.org.mx/

UPDATED: Igual hay que revisar la sección de Cartas al editor. Todas las misivas se agradecen. Las que me aluden, a favor o en contra, más, desde luego. Y qué importante es un comentario que ahí aparece del editor, apoyando la libertad de expresión de sus colaboradores. En especial la de Lázaro Azar cuya critica sobre Diálogos, un lector hubiese querido ver cercenada.