Wednesday, October 10, 2012

La soprano Irasema Terrazas reflexiona sobre la novela Backstage



Aquí el texto que la soprano y actriz Irasema Terrazas, sin duda una de las artistas más reconocidas del ambiente operístico de México, leyó durante la presentación capitalina de mi novela Backstage, en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes, en julio pasado.

Un honor, desde luego, compartir sus impresiones en este blog. Eso.

Reflexiones sobre Backstage
Por Irasema Terrazas

Fausto Menéndez-Lecona pareciera, en ocasiones, un inadaptado en el mundo operístico del que tiene conocimiento y en el que se sumerge con pasión, pero no vive desde el protagonismo escénico. Refleja el sentir y las impresiones que pueden ser las de cualquier persona relacionada con el género y es a partir de ellas que compartiré algunas reflexiones sobre la novela Backstage.

Algo de lo primero que me sucedió al leer el libro fue sentirme identificada con Fausto las veces que no comparte el hacer de sus amigos de la lírica, que (cito): “Se sustraen del acontecer común y parecen seres de cartón que no viven vidas de carne y hueso. No se involucran, no distingo si no quieren o no pueden, más allá de su estrecho circulillo profesional”. Y, en otro párrafo: “Sólo discuten sobreagudos bien o mal colocados, el sazón de las pastas, el honor de ser estrellas y pontificar sobre cantantes y directores e intendentes”.

Así que comienzo por, ya lo he dicho, confesarme –en ocasiones- inadaptada en un mundo al que –en mi caso- sí pertenezco desde el proscenio.

Que yo tenga conocimiento, nadie había escrito una novela que aconteciera en el backstage del mundo operístico mexicano. Al leer el libro uno va reconociendo situaciones, lugares que son familiares a los asiduos de la ópera y creemos incluso ver a ciertos personajes reflejados.

Quizás creemos saberlo con certeza.

Es justo así el mundo de la ópera: creemos saberlo todo y reconocer lo bien o mal hecho, lo bien o mal cantado, desmenuzamos cuidadosamente tal o cual función, cuando es posible que, al final, al mismo cantante o director sorprendieran las conclusiones ajenas si las escucharan. O es posible que lo principal de lo interpretado se escape al escrutinio del ansioso por mencionarlo. Me parece que hoy día este sentir se percibe muy claro en mi generación, que es la generación de José Noé Mercado; quizás en otras más.

¿A eso se referirá con “posmoderno”, palabra varias veces mencionada en el libro? 





En todo caso, Backstage es la reflexión actual de un género cuyas obras más características se escribieron en siglos pasados, y que se combina hoy día con expresiones de un mundo moderno, como los videojuegos. Es, también, la reflexión del hecho de afirmar que sí nos dedicamos a esto del canto y la ópera, pero que no aprendimos directamente de María Callas, porque es indudable que nos separa una gran brecha de tiempo y de diferencias conceptuales en el mundo. Igualmente, por qué no, la lectura de esta novela es el acto de sacudir a los escolásticos que no se han dado cuenta de que las expresiones escénicas siguen evolucionando.

Por otro lado, no puedo más que sonreír empáticamente cuando Fausto habla de reuniones de personajes líricos en las que hay “estudiantes eternos, maestros de canto intemporales, apestados con rencor ya retirados (o que ya los retiraron), cantantes cortesanos del poder en turno de la ópera”, y pienso cuál de ellos he representado yo misma en un papel sincero o por juego en circunstancias específicas; y ante cuál de ellos ahora soy critica o intolerante; cuál de ellos es mi colega en la próxima ópera a cantar. Sería hipócrita negar que todas esas ideas y sentimientos que se desprenden de la novela reflejan el mundo de la ópera en México.

Pienso ahora otra reflexión: pareciera que los cantantes poseen o poseemos dentro del cuerpo la potencial capacidad de hacer música con la voz, para educarla y llegar al extremo en cuanto a capacidades casi olímpicas con ella. Como si eso mismo, per se, fuera excusa suficiente para sustraerse del resto del mundo, o para no poner al escrutinio íntimo del que lee una novela, a un personaje que lo mismo canta ópera que aspira droga o que tiene encuentros sexuales insospechados en número y en circunstancias.

Así pues, también en la vida misma, todo lo pensable puede ocurrir en la persona que puede cantar en un teatro un aria de ópera ya sea sublime o ya sea medianamente solvente, pero frente a un público.

La novela Backstage no disfraza, disimula o idealiza al cantante, por una parte; y tampoco, por otra, cuida, alisa o quita el polvo al aparato administrativo y burocrático que se encarga de llevar a cabo la ópera.

Me parece estupenda la confrontación que uno mismo siente al leer que Fausto es un escritor de novelas porno, en la manera en la que nosotros leemos su pensamiento. Nuevamente se agradece la sinceridad de quitarle la asepsia a las personas en torno al género operístico con este personaje singular y, a la vez, real.

Real también me parece cuando, siendo él mismo un crítico, es tocado por la crítica en torno a su libro Complot en la lírica de Bellas Artes. Real también en los demás géneros musicales que él o la soprano Dánika Duval escuchan en su coche.

Backstage, en suma, es un libro que expone personajes y situaciones afines a todos los que conocemos el mundo operístico mexicano, que sin especificaciones de nombres todos reconocemos o en los que encajamos. Alguien tenía ya que escribirlo. Aplaudo que haya sido José Noé Mercado.

1 comment:

  1. Nos alegramos de que el escritor José Noé Mercado haya posteado en su Blog personal la interesante exposición que la soprano y actriz Irasema Terrazas leyera durante la presentación de la novela BACKSTAGE que hicimos en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes. No siempre se caracterizan los cantantes de ópera en participar en estos terrenos. La mayoría de las veces permanecen, para bien y para mal. mudos, callados, ante cualquier tema de interés cultural. No es este el caso de Irasema Terrazas quien aquí demuestra su interés como lectora y comentarista atenta a nuestra realidad social que la novela de Mercado retrata en su exitoso texto literario que ha sido comentada en todos los medios escritos y electrónicos. Felicidades a la soprano y ojalá su buen ejemplo cunda en el medio para que quien tenga algo que decir, además de cantar, lo diga con fuerza y generosa inteligencia.

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