Tuesday, January 15, 2013

Ópera oficial en México, un cadáver que camina


Una entrevista sobre mi libro Luneta 2: la ópera que tenemos en México, que me realizó la periodista Alida Piñón para el periódico El Universal. Me gusta pensar así: que este libro no nació de la bilis ni del odio, sino del amor. Al arte, a la ópera. Al buen periodismo.


Cultura
Viernes 21 de diciembre de 2012
Por Alida Piñón

“Ópera oficial, un cadáver que camina”: José Noé Mercado

Desde el arraigo del género en México hasta la última administración del gobierno panista, José Noé Mercado propone una serie de temas que conforman el mapa de la devastación operística

El periodista cultural y crítico de ópera José Noé Mercado lanza una pregunta: “¿Quiénes son responsables de hacer de la ópera oficial en México un cadáver que camina?”
Con el libro Luneta 2: La ópera que tenemos en México (Cuadernos de El Financiero, 2012), Mercado no propone una respuesta, pero sí pretende esbozar un contexto. Aunque lo han acusado de ser un crítico “bilioso”, su aproximación surge del amor por el oficio y por el género.
“México ha sido un país con el talento suficiente como para pensar que podría tener más ópera, hay cantantes, directores, interés general del público -aunque se ha ido perdiendo pues se le ofrece lo mismo desde hace tiempo-, pero no es así”, dice.
Desde el arraigo del género en México hasta la última administración del gobierno panista, José Noé Mercado propone una serie de temas que conforman el mapa de la devastación operística que va de la migración de talentos -muchas veces incapaces de cuestionar las instituciones cuando regresan al país-, hasta la revisión crítica de las distintas administraciones públicas que han sido incapaces de mantener vigorosa a esta disciplina.
“No es extraño ver en las recientes galas que se han ofrecido, cómo el Teatro de Bellas Artes no se llena y eso es muy lamentable. Creo que ha llegado el momento de ver a la ópera hacia el futuro, no podemos seguir pensando que es un arte del pasado”, explica el especialista.
Repertorios desgastados, el abandono de la composición operística mexicana, elencos internacionales que no siempre demuestran ser superiores a las voces nacionales, falta de recursos y paradójicamente mucho dinero destinado a una sola producción, ausencia de continuidad en la Compañía Nacional de Ópera, incapacidad para acumular esfuerzos y el centralismo son temas en los que abunda el crítico.
“Creo que algunos directores han tenido buenas intenciones, pero en el fondo no hemos tenido un directivo que contemple a la ópera como un fenómeno integral de nuestro tiempo. El error de la mayoría de quienes están al frente es creer que su labor es sólo constituir elencos y elegir títulos, esa ya no puede seguir siendo la visión”, sentencia.

1 comment:

  1. Anonymous12:43 AM

    Excelente a entrevista.
    Parece, además, que nada
    ha cambiado en la OBA.

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