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jueves, noviembre 25, 2010

Tercer Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto: entrevista con Verónica Murúa


La nota principal de la sección cultural del periódico El Financiero del lunes 22 de noviembre fue un texto mío. Se trata de una entrevista con la soprano Verónica Murúa sobre el Tercer Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto, que se celebra durante esta semana. La coloco ahora acá. En realidad, la principal incluye dos textos, pero igual. Aquí los dejo.










Tercer Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto
Lunes 22 de noviembre de 2010
El resguardo de nuestra música nos da seguridad: Verónica Murúa
x José Noé Mercado

Antes que nada, Verónica Murúa se ve a sí misma como cantante. Es soprano: "La mayor satisfacción para mí es el momento en el que estoy en el escenario haciendo música", dice. Se ha presentado en foros de Estados Unidos, Europa y, desde luego, México. Aunque es ingeniera química, igual tiene licenciatura y maestría en canto, arte del que también es profesora.

Pero esta vez dialoga en su calidad de coordinadora del Tercer Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto, que se celebra a partir de hoy -y hasta el domingo 28 de noviembre- en cuatro sedes: la Escuela Nacional de Música (ENM), el Museo Nacional de Arte (Munal), la Casa del Lago y el Museo Diego Rivera Anahuacalli.

Verónica Murúa camina por las calles de Coyoacán, barrio en el que desarrolla la mayor parte de sus actividades cotidianas. Atardece. Un viento ligeramente helado y el crujir de las hojas secas que pisa mientras conversa anuncian que el invierno está cerca. Por fortuna, está abrigada y una bufanda enrosca su largo cuello.

-¿Es posible hablar de una identidad de la canción mexicana, más allá de la nacionalidad de sus autores?

-Hay ciertos giros armónicos y melódicos que distinguen nuestra música, pero es muy difícil definir qué es lo verdaderamente mexicano. El ser humano tiene necesidad de pronunciarse ante su sociedad, por lo que nuestros compositores expresan vivencias personales distintas entre sí, como el caldero de influencias que somos como país. Por eso tenemos melodías populares a la italiana, revolucionarias, polifonía del siglo XVI y XVII, una educación europeizante durante cinco siglos, porfirismo francés, música pop norteamericana, modal, nacionalista, atonal, serial o de instrumentos prehispánicos. Lo que me parece importante es que esas voces se escuchen para que la misma sociedad comprenda qué es lo que la define.

Al llegar a uno de sus restaurantes preferidos, Verónica Murúa no ordena la ensalada que tanto le gusta, con lechuga, pera y queso azul. Sólo pide un té de frutilla que bebe aún humeante a la vez que habla sobre los objetivos y el origen del Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto:

-La misión del proyecto es, por un lado, proporcionar un foro de expresión para maestros, compositores y jóvenes intérpretes del quehacer musical del país. Por otro, quizás el más importante, crear a través de este marco la responsabilidad compartida entre artistas y público de resguardar, difundir y apreciar un patrimonio propio. Hay muchas razones por las que es ya una realidad. Al participar en la revisión de planes de estudio en la ENM me di cuenta de que no existía una cátedra de música vocal mexicana como tal; que se cantaban obras en español del repertorio iberoamericano, pero el énfasis era siempre hacia la ópera, la canción de arte de otros países y el oratorio. También, después de que recopilé y grabé un disco de música mexicana, Francisco Viesca, el director de la Escuela, apoyó la idea de compartir este material con las nuevas generaciones, por lo que en el cedé se incluyeron las partituras imprimibles y se creó este encuentro para que las nuevas voces puedan conocer y mantener viva nuestra música.

-¿En qué consiste el encuentro y quiénes participan?

-Intervienen aproximadamente 70 personas a lo largo de siete días, en 17 programas diferentes, todos gratuitos. Se presentarán más de 200 obras vocales de compositores nacionales, además de conferencias, la ópera La leyenda de Rudel de Ricardo Castro y la zarzuela Chin Chun Chan de Luis G. Jordá. La programación completa puede consultarse en la página www.enmusica.unam.mx en la liga Extensión académica. Participa primordialmente el Claustro de Canto de la ENM con todos sus miembros: los maestros, que no sólo han preparado a sus alumnos, sino que, algunos, participarán también como intérpretes, conferencistas o directores de ensambles; los pianistas acompañantes y por supuesto los alumnos de la Escuela. Asimismo, tenemos participación de becarios del Fonca y de alumnos de la Escuela Superior de Música, además de tres maestros invitados de otras cátedras: Juan Carlos Laguna, Teresa Frenk y Carlos Alberto Pecero.

-¿Qué distingue a esta tercera edición respecto de las anteriores?

-La diferencia es abismal, sobre todo en cuanto a compromiso de los intérpretes. En 2009 realizamos una memoria discográfica casera, que este año se hará con ingenieros de sonido profesionales, por lo que todo mundo se ha preparado al máximo, en el entendido de que lo mejor del encuentro se plasmará en el nuevo disco. También en esta edición se hacen obras que requieren mayor demanda vocal, ciclos completos, obras integrales o piezas con requerimientos electrónicos, por ejemplo.

-¿Cuál es la dificultad de organizar un encuentro como éste?

-Un proyecto apoyado por varias instancias presenta desde su génesis una problemática de repartición de funciones que a veces no queda muy clara. El reto es convencer a todos los participantes de que éste es un proyecto de beneficio social; que la canción mexicana es un distintivo musical de lo nuestro, que el resguardo de esa tradición nos define y nos da seguridad, y que si bien es cierto que los intérpretes tienen las luminarias del escenario, la realización de un cartel de publicidad, la afinación de un piano, un atril en su lugar, la impresión de un programa de mano, la limpieza de los espacios, resulta igual de importante para que la maquinaria funcione. La difusión es nuestro punto más débil. No tenemos presupuesto para ello. Difundimos las actividades, básicamente, a través de las redes sociales. Por eso agradecemos mucho cuando medios de mayor impacto como Opus 94, Radio UNAM, la revista Pro Ópera o ahora EL FINANCIERO nos brindan un espacio para dar a conocer lo que estamos haciendo por la música de nuestro país.


VERÓNICA MURÚA Foto: Ana Lourdes Herrera

APRECIAR
Lunes 22 de noviembre de 2010
x José Noé Mercado

* A Ponce y a Mozart

La labor de Verónica Murúa como coordinadora del Tercer Encuentro Universitario de la Canción Mexicana de Concierto "ha sido desde preparar alumnos en mi cátedra de música vocal mexicana hasta visitar a cada maestro para confirmar su participación y entusiasmarlo en poner repertorio nuevo rescatado de los acervos de la ENM o bibliotecas personales; confirmar cada recinto, horarios, ensayos; difusión; recopilar los programas de cada profesor para el diseño del programa general; coordinar la reedición de algunas partituras escritas a mano o contratar a los ingenieros de sonido".

Pero Murúa es, en primer lugar, cantante. Por ello, en esta edición del encuentro la soprano cantará cuatro canciones de Estanislao Mejía en el concierto de Compositores Universitarios, el martes 23, a las 20 horas; interpretará el personaje de Segolaine en La leyenda de Rudel, el viernes a la misma hora en la Sala Xochipilli de la Escuela Nacional de Música. Y, finalmente, el domingo 28, en el Museo Diego Rivera Anahuacalli, repite en la ópera de Ricardo Castro, a las 16 horas.

-Es un buen estímulo para cantantes que aún buscan su razón de vida profesional que una artista como usted alterne con ellos...

-No lo había pensado así, pero creo que sí lo es. Los maestros somos modelos a seguir de los jóvenes, por lo que debemos tener cuidado en ser siempre impecables. Yo sólo pienso en dar lo mejor de mí cada vez que subo al escenario y en mis clases. Mi enseñanza constante como intérprete y maestra es no esperar a que vengan de otros países a reconocernos o conquistar el extranjero para hacer bien las cosas. La vida se va en un instante, las oportunidades de aprender, de ser felices con lo que se hace son, ahora, en el lugar donde vivimos. Es momento de cancelar la idea de que lo otro es lo único que vale, reconociendo lo nuestro. No por esto quiero decir que no me fascina cantar Mozart o Verdi, pero he aprendido que cada compositor es una nueva oportunidad de encontrar otra manera de entender al mundo, lo cual te hace un ser humano más rico.

Verónica Murúa distingue ahí la importancia fundamental de este encuentro: en que los participantes "descubran de qué está hecho su pueblo, cuáles son las temáticas y emociones que le interesan; que sepan que en su escuela de música se aprecia a Ponce, Chávez, Lara, Del Moral o Moreno tanto como a Poulenc, Mahler, Schubert o Mozart, y así se sientan también valorados y parte de una sociedad que los acoge, los cuida y los respeta".

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