Wednesday, January 26, 2011

Operomanía, la primera temporada


Coloco el texto aparecido en El Financiero de hoy sobre el programa Operomanía de TeVe UNAM en el que participa esa singular tríada enferma de lírica desde hace décadas: Lizalde, De la Peña e Yrízar. ¿Habrá segunda temporada? Puede ser. Quizás. No estaría mal. Algo aportan, sobre todo cuando nos falta ópera en vivo o una televisión para los no jodidos (Azcárraga Milmo dixit). O sea, casi siempre en un país como el nuestro. Eso.


Periódico El Financiero
Miércoles 26 de enero de 2011
Operomanía
x José Noé Mercado

En el ambiente artístico oficial de México, el año no inicia al iniciar el año. No, nunca. Arranca mucho después, cuando las instituciones públicas son capaces de cuajar algunas actividades con un presupuesto aún incierto o sobre la espalda de algún festival por aquí o por allá. Cada nuevo enero queda así ocioso el público ávido de manifestaciones estéticas y apetencias culturales que no gozan de vacaciones burocráticas.

Se supone que eso ocurre con los aficionados a la música y a la ópera en particular. Por fortuna, y gracias a las nuevas tecnologías, ya no es tan así. No se puede depender del ogro filantrópico, ya no. De mira corta, avaro e ineficiente, no es de fiar.

Ahora, como nunca antes, hay sustitutos. Con devedés, grabaciones discográficas, torrents, el MP3/4, las transmisiones satelitales en vivo desde teatros extranjeros o YouTube, un operófilo tiene acceso casi ilimitado a las obras y versiones que más le entusiasman o interesan. No son lo mismo que la experiencia en vivo, pero son algo y algo es mejor que nada, siempre.

En su momento, el filósofo del martillo Friedrich Nietzsche daba cuenta para atacar a su ex amistad estelar Richard Wagner de haber escuchado por vigésima ocasión la Carmen de Bizet. Eso ya no apantalla. Hoy existen personas que han escuchado mil veces más Le nozze di Figaro que el propio Mozart.

Una vertiente de ello, sin duda, puede relacionarse con la exposición a los medios de comunicación masiva. Hay opciones. Acá una sugerencia para los que no se aguantan las ganas de ópera:

Yrízar (centro) explica a Lizalde (izquierda) y De la Peña (derecha) el story-board

A finales de 2010 concluyó la primera temporada de Operomanía, programa lírico producido y presentado por TeVe UNAM, que se transmite los martes, con repetición los domingos, a través de ese canal universitario.

La serie, que hasta el momento consta de 40 programas de una hora, cuenta con la conducción del poeta Eduardo Lizalde y el sabio Ernesto de la Peña, con una realización del porfiado operópata y productor televisivo cultural Manuel Yrízar Rojas.

Se trata de un espacio dedicado a comentar aspectos relacionados con la historia operística, sus compositores e intérpretes, y a transmitir fragmentos principales de grabaciones relevantes de una ópera, desde documentos fílmicos legendarios y casi prehistóricos hasta devedés recientes, con puestas en escena novedosas o, en todo caso, contemporáneas.

Si bien la escenografía, la estructura y las tomas del programa no son particularmente dinámicas ni renovadoras, este aspecto se compensa con un riquísimo anecdotario y, desde luego, con las curiosas elocuciones manieristas que caracterizan a los presentadores, desde hace décadas reconocidos personajes del ámbito cultural mexicano y de sus medios de comunicación masiva.

Otro aspecto que coadyuva a darle variedad visual y auditiva al cuadro televisivo, al margen de una edición a ratos brusca a lo pegote, es la cuidadosa y acertada selección y presentación de iconografía alusiva al tema abordado, lo cual enriquece la aportación al auditorio ocasional y en cierta medida al fanático ultra de la ópera.

A lo largo de los 40 programas de la serie, ha tocado turno a obras y compositores de prácticamente todos los periodos operísticos, incluidos varios que lamentablemente quizás nunca sean representados en México. Partiendo en la primera emisión con la célebre Carmen de Georges Bizet, se han presentado obras como El Orfeo y La coronación de Popea de Claudio Monteverdi, Lulú de Alban Berg, Guillermo Tell de Gioachino Rossini, Ruslán y Ludmila de Mijaíl Glinka, Don Carlo y El trovador de Giuseppe Verdi, El holandés errante de Richard Wagner, Pelleas y Melisande de Claude Debussy o Andrea Chénier de Umberto Giordano, por citar sólo algunos títulos.

En miras de grabar una segunda temporada, actualmente Operomanía está en un periodo de retransmisión, el cual es una excelente oportunidad para disfrutar nuevamente o ponerse al día con este programa tan rico, extravagante y discutible como la ópera misma.

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