Foto: Carmen Bellvé
Hay ocasiones en que no estamos para nadie. El ánimo se fisura o se crispa o de cualquier manera algo ocurre, dentro o principalmente fuera de nosotros, que nos indispone. A veces. Así, unas líneas de Javier Marías, ese máximo narrador español en la actualidad según algunos, vienen a cuento:
`...Ojalá nunca nadie nos pidiera nada, ni casi nos preguntara, ningún consejo ni favor ni préstamo, ni el de la atención siquiera... Ojalá nadie se nos acercara a decirnos “Por favor”, u “Oye, ¿tú sabes?", “Oye, ¿tú podrías decirme?", "Oye, es que quiero pedirte: una recomendación, un dato, un parecer, que me guardes este secreto o que cambies por mí y seas otro, o que por mí traiciones y mientas o calles y así me salves..."´.
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