Hace un año q pasó. Cómo pasa el tiempo de raro. A veces me parece q fue ayer, a veces me parece q fue hace una década o dos. A veces me parece q no pasó nunca. Ya da un poco lo mismo. Porque igual pongo esta ofrenda en una tumba q no existe de alguien q existe aún menos:
La ofrenda es Estrechez de corazón: un clásico de Los Prisioneros, padre de muchos otros grupos y bandas q siguieron o imitaron o piratearon su propuesta en los últimos años. Aún. Un poco para seguir esa línea clásica, pongo una versión sinfónica-electrónica. Con la Orquesta Sinfónica Juvenil, ¿de Chile?, en el Estadio Nacional. Sí: Jorge González ahoga su voz y se ahoga con la orquestación, el audio no es óptimo, la imagen se pixelea y étc, étc. Ok. Pero de que es un material de colección, lo es. Y por eso lo pongo. Cuánto disfrutan tocar los instrumentistas, cuánto goza el concertador, cómo se hace música con espíritu dionisíaco. Eso me gustaría verlo más seguido en los teatros o salas de concierto clásicos, donde a veces parece q todo es cuestión de trabajo, de horarios, de bluff, de hueva.
En fin. Va este video a un año, antecedido por algo de la letra q lo dice todo. O casi. O al menos lo q yo habría podido decir hace un año. De hecho, lo dije, ¿ajá? O quizás no. Tal vez sí, porque consecuencias hubo. Sale, no más.
"no te pares frente a mí
con esa mirada tan hiriente
puedo entender estrechez de mente
soportar la falta de experiencia
pero no voy a aguantar
estrechez de corazón...
"...las palabras son cuchillas
cuando las manejan orgullos y pasiones...
"...estás llorando y no haces nada
por comprender a nadie excepto a ti...
"...estás llorando y no haces nada
por perdonar a nadie excepto a ti...".
En fin...
ResponderEliminarEl P.
los prisioneros siempre dividieron las aguas. a unos les gustaban a otros les fastidiaban. debo suponer que a ti lo segundo, ¿verdad, el P?
ResponderEliminarDebo confesar algo: es la primera vez que oigo hablar de ellos... pero como que no se me antojaron.
ResponderEliminarY luego dicen que no hay brecha de generaciones.
El P.