Pues llegaron las fiestas de fin de año 2mil8. Antes, estas fechas me caían pésimo. Ahora las tolero y, en lo posible, las disfruto. Es, quizás, cuestión de quedar sano por dentro. O algo parecido.
Nada: felices fiestas a todos los lectores de este blog. Que la navidad traiga algo de calma. Y que 2mil9 sea, mal que mal, un año vivible.
Eso y un abrazo
José Noé Mercado
A mí, antes me gustaban, luego las ignoraba y ahora las detesto.
ResponderEliminarEn fin, cosas de los amargados.
De todas maneras, muchísimas felicidades (sinceramente).
feliz navidaaaaaaaaaaad.
ResponderEliminargabriel, qué amargoso.
besos a ambos dos.
Jo,jo,jo. Disfrutemos un día más, sólo que en compañía de muchos que hacen que no sea un día común, entonces vayamos pues y entreguémonos a la noche, a los demás, como si hicieramos algo que nos guste: leer, mirar, contemplar,caminar, qué sé yo...Disfrutar y algo más...Saludos éon y a sus demás seguidores.
ResponderEliminarLed.
¡¡Feliz Navidad!! Yo tampoco entiendo muy bien estas fiestas pero intentaré pasarlo lo mejor posible, hay que aprovechar hasta el ultimo día del año que nos abandona, quien sabe si hasta el propio año no nos despide diciendo ¡¡adioosss mundo cruel!!... porque a este mundo (como diría Mafagalda) no hay qien lo entienda. Te deseo todo lo mejor para el año 2009 ... y además espero una nueva novela por entregas;-)
ResponderEliminarUn abrazo desde el Pirineo Aragonés!!
María
Hola José Noé:
ResponderEliminarFelices fiestas. Nos encanta este blog y reiteramos que en el 2009 seguirá siendo un honor presumir tus artículos en Óperacalli.com; en el 2025 empezaremos a pensarlo !!!
Dos abrazos
Tus amigos
ALicia y Jorge
Estimado Noé:
ResponderEliminarOjalá que el Niño Dios te haya traído muchas alegrías en estos días y te comento que creo entender porque no te gustan estas fiestas. Hay cuestiones tan falsas, abrazos tan artificiales que uno se aleja del sentido profundo que puede tener esta época.
Como siempre mis mejores deseos, José Ramón.
Noecito querido:
ResponderEliminarA mí también las NAVIDADES no me gustan nadita de nada. Ni de niño.
Antes hacía unos corajes tremendos por estas fechas que no me aguantaba ni yo mismo: acusaba de cursis y consumistas y cosas peores a quienes "festejaban" estas fechas: mercantilismo y lloriqueo, sentimentalismo desbordado, chantajes emocionales, y demás linduras.
Ahora, viejos nos volvemos màs pendejos ( o "sabios", me consuelo)
trato de soportarla con estoicismo.
A vecse lo logro. No siempre. Pero sí disfruto a mis amigos.