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miércoles, mayo 05, 2010

Ópera excéntrica


Un fin de semana algo movido y, sin duda, muy caluroso. Estuve en Cuernavaca que ya no es como la recordaba. Hacía años que no iba. Tristemente, ahora la encontré algo sucia y descuidada y con su población ciscada por lo que ahí ocurre, con todo y autotoques de queda. Y luego me pasé a Culiacán, donde sentí menos calor que en DeEfe, y eso que sus bellas mujeres hacen suspirar al más relajado.

Despaché un texto para El Financiero. Acá lo publicado:






Cuernavaca y Culiacán
x José Noé Mercado
Miércoles, 5 de mayo de 2010
Ópera excéntrica


§ Lado A: Teatro Ocampo de Cuernavaca, sábado 1 de mayo, noche.

Hoy se celebra la segunda función de L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti –la prima se dio el jueves 29 de abril-, título con el que nace la Compañía de Ópera de Morelos cuya dirección estará a cargo del también barítono Jesús Suaste.

Esfuerzos artísticos y voluntades políticas que incluyen la formación de una orquesta y un coro de cámara, además de un taller de arte lírico que sirvió como precedente en 2009, se han conjuntado para que una producción operística integral se presente por primera vez en esta ciudad, que ahora quiere ser noticia y no precisamente roja como en los últimos años.

La idea es ofrecer una temporada formal con cuatro producciones anuales, con las ventajas de una compañía reunida sólo cada que realice títulos y no de forma permanente. El esquema acaso acarreará limitaciones, pero permitirá optimizar un presupuesto nunca suficiente y acaso evite rozagantes burocracias con gastos pagados todo el año, como en el caso de la Compañía Nacional de Ópera, aunque sólo presente un puñado de funciones cada dos o tres meses. En rigor cantante, Jesús Suaste seguro entiende que destinar los recursos a la manutención de direcciones y subdirecciones fijas, que no dejan mucho para el arte y los artistas, siempre será un sinsentido.

En esta producción, que igual es una contrapropuesta estética a un escenario de violencia y miedo que lacera a esta ciudad de eterna primavera, participaron el tenor Christian Adán, un Nemorino de voz cálida y seguro registro agudo que aún debe encontrar pulimento para su fraseo central, y la soprano Verónica Lelo de Larrea, quien como Adina refrendó su encanto escénico y los constantes progresos en su técnica vocal e interpretativa. Los barítonos Jorge Lagunes en el rol de Dulcamara y el propio Suaste en el de Belcore aportaron la experiencia al elenco, que completó Verónica Ayala como Gianetta.

La dirección escénica, que hizo salir el espectáculo de una caja de madera plegable, cuyo interior se transformó ingeniosamente en la escenografía (de Laura Rode), correspondió a Óscar Flores, mientras al frente de la OCM Michael Meissner aportó entusiasmo con su batuta, aunque no siempre precisión y encuadre en los balances entre la música y la voz, asunto en el que deberá trabajar para los siguientes títulos. Porque, en efecto, vendrán más.

§ Lado B: Costado de la Catedral de Culiacán, Sinaloa, domingo 2 de mayo, noche.

Sobre la avenida Álvaro Obregón, cerrada y con una concurrencia cercana a las 2 mil personas, tiene lugar la clausura de la Feria de las Artes Sinaloa 2010, inaugurada en Mazatlán, el pasado 15 de abril.

Ahora se interpreta la ópera Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni, con un elenco encabezado por la soprano Fabiola Venegas en el papel de Santuzza, el tenor José Manuel Chú en el de Turiddu, el baritono Fernando Martínez como Alfio y la mezzo Oralia Castro como Lola. Al frente del Coro de la Ópera y de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las artes, se cuenta con la dirección concertadora de Gordon Campbell.

Lo que sorprende de este montaje al aire libre es su resultado integral. Una joven Fabiola Venegas que sin duda destaca con su voz caudalosa y estudiada de la mano de un histrionismo convincente. Una orquesta de sonido macizo y emotivo, ensamblado con la limpieza interpretativa de cada una de sus secciones y apegada en estilo, con sabor a verismo italiano. Un vestuario de campiña siciliana tan funcional como la sonorización y los efectos de luz. Y un público que disfruta y se deja llevar por el drama en el escenario, ávido también de contraponer algo valioso, por qué no el arte, a esa violencia cotidiana padecida en el estado.

La ópera este fin de semana fue esa alternativa excéntrica, en el sentido de tener que ir a Morelos o Sinaloa para presenciarla. Quizás porque en materia operística hace tiempo que el centro dejó de ser el centro de todas las cosas.

1 comentario:

  1. Fabiola Venegas18:49

    Muchas gracias José Noé!! agradezco infinitamente tus palabras. Te cuento que el éxito de la ópera consistió en un gran trabajo en equipo, de todos y cada uno de los que participamos en la ópera, el entusiasmo estuvo a full de principio a fin y bueno finalmente Cavalleria Rusticana es una ópera que no puede no gustarle a alguien, música y trama son un hucarán de emociones.
    Que alegría que nos hayas acompañado, te dejo un fuerte abrazo!!!

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