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jueves, marzo 24, 2011

Bajo las aguas: Rusalka en Bellas Artes

Fotos: ARIETTE ARMELLA/FMX

Posteo mi texto sobre la ópera Rusalka presentada en Bellas Artes como parte del 27 FMX y la temporada 2011 de la CNO. Algunos me la han solicitado desde hace días. Aquí está. Se publicó hoy en el periódico El Financiero. Quizás contribuya a una especie de ebullición que últimamente se ha dado en el ejercicio de la crítica y la crónica operística en México, aunque espero que no lo sea en el sentido algo atropellado en el que se ha suscitado en algunas plumas. 


Además de agradecer a todos los lectores que me han externado sus comentarios sobre la nueva imagen de este blog escribicionista, y dadas las circunstancias que he mencionado, aprovecho para poner el link a mi credo crítico, publicado hace algún tiempo en la Revista Cultural Replicante. Eso sería.


Periódico El Financiero
Jueves 24 de marzo de 2011
Bajo las aguas
Rusalka en Bellas Artes
x José Noé Mercado


Entre Bedrich Smetana, autor de tintes oficialistas que ocupa un lugar destacado en la historia lírica con La novia vendida, y Leos Janácek, primero compositor rechazado por el stablishment, luego altamente reconocido, referencial e imprescindible por su capacidad musical, su lenguaje contemporáneo y la fuerza expresiva de obras como Jenufa, Katya Kabanova o Desde la casa de los muertos, Antonín Dvorák sobresalió internacionalmente con su sinfonía Desde el nuevo mundo y por su ópera Rusalka, de bella construcción y continuidad melódica con base en el leitmotiv wagneriano, a la que suma una historia que pone en escena parte de la mitología eslava.

Estrenada en 1901, Rusalka cuenta con libreto de Jaroslav Kvapil, y se presentó por primera vez en nuestro país los pasados 10, 13, 17 y 20 de marzo, en el Teatro del Palacio de Bellas Artes, en coproducción del 27 Festival de México y la Compañía Nacional de Ópera (CNO).




Jorge Ballina diseñó una escenografía dinámica y contemporánea, arropada espléndidamente por la iluminación de Víctor Zapatero y el magnífico vestuario de Eloise Kazan.

En esta ocasión, sin embargo, la propuesta de Ballina mostró una mirada reiterativa y nostálgica de su propio trabajo, sin la concreción plástica de belleza que alcanzó, por ejemplo, en El anillo del nibelungo, pero sí de su problemática con plataformas hiperquinéticas que dificultan ya no se diga el canto, sino el tránsito y acceso a ellas, como lo demostraron las torceduras de tobillo de al menos un par de participantes. Por lo demás, la escena dispuesta para contar la historia como un cuento infantil no logró recrear del todo lo que pretendía. Una serpentina telar difícilmente logró el efecto acuífero y durante la mayor parte del tiempo parecía más un canasto de mimbre teñido de azul y no el marco de un lago.

La dirección escénica de Enrique Singer presentó con coherencia y lógica la trama y las acciones, aunque naufragó en las escenas largas que componen la obra, ya que la monotonía de movimientos y la falta de una expresión nacida más del interior de los personajes cayó en un estatismo colindante con la aburrición. Si por algo los pasajes más lucidores fueron aquellas citas sergiovelianas de las ondinas del Rin y no sin estorbosos cables y arneses y dobles visibles.





El rol protagónico fue encomendado a la soprano sueca Elisabet Strid, quien se desempeñó como una gran Rusalka, con voz cálida, bella y resistente, de técnica notable. Actoralmente no demostró nada especial, pero se convirtió en una de las mejores importaciones de los últimos años considerando esa tendencia oficial y algo malinchista de traer tantos cantantes equis del extranjero a nuestros escenarios.

El tenor eslovaco Ludovit Ludha interpretó el papel del Príncipe y cumplió, pero poco más. Con una voz sin demasiado cuerpo ante el color orquestal de esta partitura, con mayor énfasis en la colocación del sonido que en su belleza o en la ortodoxia de su emisión, no estuvo a la altura de su ninfa acuática. Con mejores cualidades y un canto de mayor envergadura participó el bajo ruso Alexander Teliga como el Espíritu de las aguas.

Las voces nacionales de Lucía Salas, Nieves Navarro y Edurne Goyarzu (Ninfas del bosque); Celia Gómez (Princesa extranjera), Antonio Duque (Guardabosques), Sandra Malika (Cocinero), Néstor López (Cazador) y Belem Rodríguez (la bruja Jezibaba), complementaron el elenco con participaciones en general muy destacadas.



La dirección concertadora de Ivan Anguélov, al frente de la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes (esta última agrupación de inocultable mejoría sonora bajo la preparación de Xavier Ribes de los últimos meses), si bien mostró conocimiento y cercanía de la partitura y cuidó el ritmo vocal de los solistas, no se transformó en una lectura particularmente vital. Con tiempos poco emotivos y una batuta refrigerante, quizás faltó calor a la música, al conflicto, al drama, a su desapasionada versión.

Tristemente donde no falta calor al drama es en la CNO, ya que después del fiasco de su pretendido Comité Artístico que nunca se concretó sigue sobre las olas, nadando de a muertito, con una temporada 2011 incierta, en la que parte de los títulos programados ya se cancelaron o pospusieron. Aunque quizás por ello mismo la realidad de esta institución operística ya ni siquiera esté a flote sino, como Rusalka y sus desnudos encantos de sirena que no vimos, completamente bajo las aguas. O, dicho sin poesía alguna, hundida. Tal vez ahogada.

8 comentarios:

  1. Anónimo09:38

    Angelov, más frío que un pescado muerto, más intransigente que un funcionario ruso encumbrado en el partido comunista y más metido a fuerza que la prima de la cocinera a la cocina... Muy mal en aceptar lo malo por conocido (pésima recomendación de vargas y mala mancuerna con la beba)

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  2. Antonio Duque09:53

    Querido José Noé, gracias por tu atinada y constructiva reseña, quisiera dar a conocer un problema con el que ahora nos enfrentamos los que somos invitados a cantar a Bellas Artes Remozado, la acústica dejó de ser la que diseño el experto Boari, el palacio de Bellas Artes ya no es un teatro de Ópera, las condiciones acústicas constriñen al Director de Orquesta a mantener fría la Batuta en cuestión de matices pues el foso fue alterado sin conocimiento de lo que requiere un teatro de Ópera así como el piso que antes era una contra bóveda acústica y ahora tiene un escalón cada metro, con ésto quiero decir que el torrente de sonido que sale del foso de orquesta tapa fácilmente a los cantantes y nos forza a emitir de una manera más en punta para evitar parecer peces haciendo glu glu en una pecera, no desearía estar en el lugar del director de Orquesta pues ya no hay posibilidad de ofrecer una interpretación apasionada y de matices contrastados. Perdimos nuestro Teatro de Ópera.

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  3. Yo escuché al Mtro. Anguélov con la Ofunam. La cuarta sinfonía de Brahms fue espantosa: insípida, incolora e inodora. Unos tempos que, como dice el crítico, resultaban fríos. No trasmitían gran cosa. Mal por las autoridades de la Ofunam, que sin conocerlo le dejaron dos programas que pudieron haber sido... lo que no fueron. Saludos.

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  4. qué mal lo que me cuentan de la actuación de anguélov con la ofunam. y pensar que esta semana estará de nuevo... en total él, como la soprano strid, habrán ofrecido 8 funciones en nuestra ciudad en estos días, más 6 del bajo teliga... lo que muchos artistas nacionales no pueden presumir, un récord que ya casi podría competir, por el número, con las presentaciones de luis miguel en el auditorio...

    querido antonio. gracias por tu lectura. qué tristeza me da leer tu comentario, pero muchas gracias por compartirlo, porque justamente es de esta forma, de la misma voz de ustedes los artistas, de ti que has cantado en bellas artes antes y después de la remodelación y por tanto percibes directamente el cambio, lo que se hizo con la acústica y otros aspectos del teatro. es una verdadera lástima que haya ocurrido todo esto, y más lamentable resulta que el propio inba envíe boletines con la opinión de supuestos expertos, como alejandro massó, que intentan legitimar no sólo los cambios, sino la excelencia de éstos, porque es una propaganda muy obvia. qué pena de verdad lo que me cuentas que ha pasado con nuestro máximo escenario artístico. te mando un abrazo.

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  5. Mercado pone el dedo en la yaga al final de la nota donde, luego de darnos su personal punto de vista sobre la puesta en escena de "RUSALKA" de Dvórak, que a mi me pareció bastante fallida por las razones que doy en mi nota al respecto y que veo coincidimos Noé y yo en varios puntos, subrayando lo fallido de la misma, y que a Mauricio Rábago mucho le encantó y defendió a capa y espada como el "desfacedor de entuertos" quijotesco en que se ha convertido pues lo mismo trata de rescatar el honor perdido de Dulcineas con voz de soprano que argumentar (es un decir) con lo dicho en boletines sospechosos por "musicólogos gachupines" de escasos méritos. Al final que me refiero es al donde el maestro Mercado habla del hundimiento de la ahogada ( ya la había desahuciado en otras notas, sobresaliendo la titulada "ANTE UN CADAVER") Compañía Nacional de Ópera que quisieramos reviviera algún día. Dificil lo vemos mientras no se cuente con un PLAN DE TRABAJO concreto y verídico que no tenga que cambiarse cuando ya se había anunciado la programación del año 2011: "NABUCCO" de Verdi, que tanto nos entusiasmara, por ejemplo, no se llevará a cabo como dijeron. Ni "Los Cuentos de Hoffman" de Offenbach. ¡Para que nos entusiasman con algo que no cumplirán¡Eso no se vale. Ya ni la amuelan. Y el famoso "Triunvirato" de Sosa, Beba y Areán que también anunciaron. Verdaderamente no dan una.

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  6. Ximena Rosette19:24

    Lo que haces y escribes siempre tan delicioso. Es un placer leer tu exquisita narración. Me encantas. Siempre. Besos!

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  7. Desiré Dávila19:30

    Escribicionista -como en cada escrito tuyo- no dejo de regocijarme con la mezcla de veracidad, pasión por el arte y profundo análisis estético.
    Tu objetividad se antoja pura y serena, ojalá que el malinchismo y la falta de compromiso de los implicados de la CNO no sean el presagio del inevitable hundimiento cultural de nuestro México.
    (Santo Dvorák, ábreles las mentes para que interpreten bien tus obras y en lugar de sinfonía No. 9, Del nuevo mundo, interpreten una "Sinfonía del Tercer Mundo".)

    Abrazos fervientes, en espera de la grata compañía de tus escritos.

    Sinceramente tuya,
    D.

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  8. Anónimo19:44

    Entre la participacion en la ofunam y la Rusalka de Anguelov, y sus representados (la soprano sueca y el bajo Teliga) suman 22 funciones. Haciendo una cuenta de que se pagaran como minimo 60 mil pesos por funcion, siendo conservadores, daría un total de $1,320,000 pesos. Quien, adentro de Bellas Artes o de la opera se beneficia de todo esto?

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