- En un país donde no se privilegia el talento, sino el amiguismo....
El protagonista de esta historia fue periodista y crítico musical. Ahora es un afamado escritor que lo mismo frecuenta funciones operísticas y exclusivas fiestas de intelectuales que bares y prostíbulos de mala muerte. Se dice que es amigo de importantes cantantes de ópera y, a su vez, amante de la seductora soprano Dánika Duval, esposa del director de orquesta Jonathan Garcés.
Me refiero a Fausto Menéndez-Lecona, quien a través de sus experiencias nos conduce tras el oscuro telón de envidias, infidelidades, adicciones y asesinatos que envuelve al glamouroso mundo de la ópera en México:
-Fausto es poseedor de una mirada ácida y lúcida a la vez -comenta José Noé Mercado sobre el protagonista de su novela Backstage (Tierra Adentro)-. El haber sido crítico musical y periodista le permite estar cerca del mundo operístico. Sin embargo, no pertenece a ese ambiente. Podríamos decir que es una especie de infiltrado.
De ahí, explica el autor, justamente proviene el nombre del libro: "Toda la parte pública de la ópera puede ser muy encantadora para la gente; pero, ¿qué sucede cuando tienes acceso al backstage? En algunas ocasiones se comprende mejor el lado público gracias a esa mirada, ya que tras el escenario se advierten las incongruencias morales de muchos. Por eso Fausto no se queda sólo con la apariencia y constantemente está indagando. Esto motiva que, en algún momento, sea visto como traidor por criticar las contradicciones de artistas e intelectuales".
-¿De qué manera Fausto se convierte en amante de la soprano Dánika Duval?
-Al acercarse a ella por simpatía generacional, porque Dánika está casada con Jonathan Garcés que le lleva bastantes años. Además Jonathan viaja constantemente y es un personaje que, debido a su edad, está más allá de ciertas pasiones. Eso lo motiva a disimular el engaño de su esposa. Por otro lado, Fausto y Dánika sintonizan tanto a nivel sexual como de complicidad. Pues ambos pueden meterse cocaína, luego irse a un antro y, por último, terminar gozando de maratónicas jornadas sexuales. Los dos se consideran perfectos para disfrutar de esas locuras.
Pese a conocer esta infidelidad, Jonathan le pide al amante de su esposa que escriba su biografía: "Lo hace porque sabe que Fausto comprende los alcances del arte contemporáneo que él mismo está buscando. Asimismo, es consciente de que proyectan la relación que a veces se da entre un creador y quien, por verse reflejado, decide apoyarlo. Esta actitud dota de esperanza al mezquino mundo del arte, donde también hay sentimientos puros que ennoblecen al ser humano y, en este caso, a los personajes".
-¿Por qué Fausto se molesta con quienes afirman que sus novelas son de denuncia o pornográficas?
-Porque puede hablar de historias pornográficas o políticas, pero en el fondo sólo son escenarios que le permiten abordar el desamparo existencial o temas de mayor profundidad. De hecho, hay un momento donde renuncia a Facebook y a Twitter al darse cuenta de que sólo son mecanismos paliativos. Pues aunque es un personaje posmoderno, tiene ciertos valores clásicos.
-¿Cómo fue aquella ocasión en que durante una función operística este personaje se pone a jugar videojuegos ante la reprobación de los asistentes?
-Como no nos familiarizamos tanto con la ópera solemos pensar que es prueba de intelectualidad. Pero lo que sucede en el arte o en cualquier otro terreno puede ser criticable. En ese sentido, Fausto de repente se aburre de ver cantantes que viven del glamour o sintiéndose divos. Entonces decide sacar su PSP para jugar videojuegos. El público lo mira pensando que es una irreverencia. Y tiene razón, pues Fausto es capaz de ingresar fumando a una fiesta donde hay cantantes sólo porque sabe que cuidan mucho su voz. Es un provocador.
-¿Y a qué atribuye la acidez de su protagonista con el medio operístico?
-A que lo conoce. Su acidez surge al encontrarse con aquello que presentan como arte cuando no lo es. En varias ocasiones advierte que por ignorancia el público suele ser fácilmente manipulado. Aunque cuando Fausto se enfrenta al arte verdadero simplemente aplaude o se vuelve un seguidor. En resumen: le gusta desenmascarar y ser un crítico ácido porque a veces es la mejor forma de expresar su desacuerdo frente a ese mundillo.
-No obstante, abandona la crítica operística para dedicarse a la literatura...
-En la novela le preguntan dos veces la causa de esa decisión y él responde: "Fue porque sentía que ya sólo me estaba dedicando a cazar cabezas". Y sí: ya no le atraía tanto lo que veía y prefería destrozarlo. Además, como creador sabía que debía quemar esa nave de la crítica y aventurarse a escribir literatura para demostrar que tenía las capacidades.
A lo largo de las 193 páginas de Backstage, José Noé Mercado señala puntualmente diversos problemas existentes dentro de la ópera y la cultura en general: "El contexto de la novela está estrictamente apegado a la realidad de artistas líricos, escritores, pintores y bailarines. Ellos se enfrentan a las circunstancias de un país donde no se privilegia el talento, sino el amiguismo, las recomendaciones, los actos de corrupción y, en un momento dado, los favores sexuales. Esta situación es criticable. Por eso a Fausto le preocupa que no suban a escena los verdaderos artistas. Porque muchas veces vemos que en los escenarios, libros o pantallas de televisión no figuran los mejores".
-¿Qué reacciones cree que genere este libro entre la comunidad operística que, seguramente, se sentirá aludida?
-Me gustaría que si alguien se siente identificado sea por la virtud literaria de la novela y no porque piensen que hay una alusión personal. Eso me haría saber que logré la verosimilitud en la historia. Algunos miembros del ambiente operístico mexicano ya están interesados y me preguntan: "¿Salgo en la novela?" Yo les digo que sí, pero claro que no aparecen. La ópera es únicamente el contexto. |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario