Autor de NSFW (No abrir en público): Diez relatos perturbadores (Universo de libros); Apocalipsis zombi (Ediciones B - Penguin Random House); Backstage (Tierra Adentro); y Luneta-2 (Cuadernos de El Financiero).
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lunes, marzo 24, 2008
Juno
No soy de los que suele ver las pelis de las que todo mundo habla, pero y qué. Ésta vez sí lo hice. Tampoco soy fan de las cintas que vienen precedidas por el aura de numerosos premios. O, mejor dicho, sí suelo ver esos filmes, pero después. Cuando la euforia que provocaron ha bajado. Cuando, paranoicamente, considero que el peligro de alienación ha disminuido. Cuando la posibilidad de engrupir y ser engrupido es considerablemente menor.
Vi Juno. La alternativa cinta estadounidense-canadiense de Jason Reitman (que ganara el Oscar al Mejor Guión Original y muchos, muchos galardones más), escrita por Diablo Cody. Me interesó, definitivamente, más que otras películas que traen premio.
En primer lugar, y esto no es una lista, porque los creadores de Juno (el guiño a la diosa romana de la maternidad lo pasa por alto la mayoría de espectadores) saben que, si se tiene un personaje, se tiene acción. Se tiene historia. Y Juno MacGuff es un personaje simpático y casual que, por la situación que enfrenta, madura en su inmadurez -nunca deja su puto-teto-teléfono-hamburguesa-, en el relajamiento en el que vive.
Porque es claro que ella intenta forjarse sus propias normas, en lo que ayudan las personas que la rodean (lo que no siempre las hace del todo creíbles, aunque bueno: están ahí para pivotar en logro del personaje protagónico). El embarazo de una adolescente de 16 años es una buen punto de partida para probar su mentalidad, su perspectiva frente a su vida y la de otro ser. Y, cuando el aborto no es opción para Juno, y quedarse con la cría tampoco, hay un punto medio que, ciertamente no satisface del todo a todos los públicos -el tema no deja de ser moral, religioso, de fe-. Es medias tintas, tal vez. Pero es una opción.
Juno, con la complicidad de su padre y su madrastra y lo pelele de Bleeker, decide dar en adopción al futuro bebé a una pareja que desea un hijo. Darlo en adopción, no venderlo. Juno no es mercenaria ni mercader, sólo congruente. Honesta. Práctica.
Aunque justamente ese pragmatismo que se percibe en toda la trama es, para mí, su punto débil. O menos fuerte, digamos. La vida es demasiado sencilla cuando se actúa de manera tan práctica. Y la vida no es tan así. Pero, ciertamente, el cine -¿Juno es comedia o qué género, es sólo para adolescentes?-, las historias de ficción, no tienen que ser tan como la vida real. Quizá de ahí su encanto.
El humor de Juno (con una deliciosa interpretación de Ellen Page) es intenso, ácido, con algo de clown. Juno crece porque tiene que continuar su vida y en el fondo no está muy acompañada en ella, de hecho es bastante solitaria, pero aun así encuentra el punto de convivencia necesaria para no perderse.
Curiosamente -aunque a quien quiere es al también adolescente Paulie Bleeker (Michael Cera), el papá de su hijo-no hijo-, con quien hace química y enchufa por sus gustos musicales y cinéfagos, por lo que estos le dicen de la vida, es con el tentativo padre adoptivo de su hijo-no hijo: Mark Loring (Jason Beteman), un compositor de música para comerciales de pronto con aspiraciones de ser un compositor más serio o que, al menos, está necesitado de un espacio propio y personal para realizar sus intereses existenciales. Donde no cabe un hijo, y que ya no sacia del todo con su esposa Vanessa Loring (Jennifer Garner), quien en el fondo es la verdadera salvación para Juno, porque ella sí oye y desea el llamado de ser madre. Aunque sea adoptiva -en la peli no me quedó del todo claro porqué ella no puede tener un hijo propio, aunque en realidad eso no importa-.
En buena medida, Juno me recordó a muchas amigas-conocidas que alguna vez se encontraron en su situación. Pero, a diferencia de ellas, Juno resuelve mejor su vida. No por lo que elige o deja de elegir, sino justamente porque tiene resolución. Algo que a veces es lo más difícl de adquirir, si no se tiene, en la vida.
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Aunque no estoy muy de acuerdo con tu afirmación: "(...)si se tiene un personaje, se tiene acción. Se tiene historia", me parece una reseña interesante (aunque es una película que me parece bastante odiosa).
ResponderEliminarYo creo que la acción deviene del desarrollo del personaje y que no necesariamente eso hace la historia, que sería, en resumen, la narración de los hechos de los personajes. Las películas de "acción" difícilmente tienen personajes (en el sentido que tú lo mencionas) y tienen, digamos, acción; los melodramas tienen historia.
Y ya, punto final. Todo este texto es producto de la ociosidad, que como sabesmos, es madre de todos los vicios.
Pórtate bien.
Páramo el Bizantino
También, sabemos que no se escribe "sabesmos" y que poner "me parece" y "yo creo" en cada línea, además de mucha soberbia, indica un estilo pobre.
ResponderEliminarEl mismo Páramo de antes
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPáramo bizantino:
ResponderEliminarCoincido contigo. Hablo de personaje justamente dando por supuesto lo que anotas, casi a manera de silogismo. Cuando tiene un desarrollo: acción, e historia: o narración de sus hechos, es un personaje.
La acción de las pelis de acción es una acción por descontado, intercambiable, una situación que por ello mismo puede perder interés. Las historias sin personajes ¿son historias, o de nuevo situaciones por default que ocurren al margen de quién las viva?
La historia de La llorona no sería la historia de La llorona sin la Llorona y las acciones de La llorona, aunque sea una historia y tenga acción.
Un maestro del bachillerato siempre decía: si el método correcto es aplicado por el sujeto incorrecto, el método no funciona. Si el método correcto es aplicado por el sujeto correcto, el método funciona. Lo mismo pasa con los personajes.
Y nada, creencias, pareceres u ociosidades a parte, podría resumir el silogismo así: Todo personaje, para serlo de verdad, genera acción y tiene historia. Pero no toda acción o toda historia tiene personaje, corriendo el riesgo, de facto, de no tener ni historia ni acción.
Humm: ¿te convencen mis argumentos?
Salu2
Una argumentación brillante.
ResponderEliminarPáramo
¿Listo para tu examen?